“Vengo a ser el padre de todos; lo fundamental en la Iglesia es dar lugar a todas las formas y carismas”
Monseñor Gabriel Barba anticipó cómo comenzará su labor desde este sábado cuando oficialmente se convierta en el obispo de San Luis.
“La semana siguiente deseo entrar a la curia, porque es como la casa de gobierno, y no la conozco físicamente. Es el gobierno administrativo, y necesito entrar ahí. Voy a dedicar toda la semana a trabajar allí y ese es mi principal objetivo. Simultáneamente y dentro de lo posible encontrarme personalmente con cada uno de los sacerdotes”. De ese modo, Barba explicó cómo serán sus primeros días como máxima autoridad de la Iglesia de San Luis.
El obispo recordó que en enero estuvo en San José del Morro, con el obispo de La Rioja, y que nunca imaginó “volver para quedarse”.
Con el correr de las semanas, Barba diseñará su labor que estará repartida en reuniones, viajes a localidades del interior y visitas a diferentes comunidades. También irá armando sus equipos de trabajo y tomará decisiones.
Contó que esta nueva historia en su vida sacerdotal inició el pasado 2 de junio. Desde ese día empezó a mirar a San Luis con otros ojos y otro interés. El anuncio de su nuevo destino se hizo oficial el 9, y finalmente este sábado a las 11 asumirá su cargo.
“Qué tengo que hacer en San Luis? Ser el padre de todos”, dijo de alguna manera para definir cómo será su episcopado. “Lo fundamental en la Iglesia es dar lugar a todas las formas y los carismas, saber dar lugar a todos”, aseguró en declaraciones a El Chorrillero por CNN Radio San Luis.
En esa línea analizó cuál es la clave de la Iglesia: “El universalismo habla de distintos carismas, la gran riqueza que nos da el Espíritu Santo a la Iglesia es justamente la variedad de los carismas; cuando todos los carismas tienen su lugar, la Iglesia es verdaderamente católica, universal y eso es lo importante”.
Contó que visitar comunidades, mantener el contacto directo con las personas es lo que a lo largo de su experiencia le permitió desarrollar una línea pastoral. Así lo hizo en su anterior destino y será una de las tareas que lo caracterizará ahora como obispo de San Luis.
Barba “siempre” salió a pastorear, y eso lo transmitió en el primer mensaje a los fieles católicos de San Luis. “Pronto me verán caminando y trabajando junto a ustedes”, dijo a los pocos días de ser anunciado por el papa Francisco en su nuevo destino.
En la entrevista, Barba no solo habló como la máxima autoridad de la Iglesia puntana y dio algunos fundamentos que lo definen primero que nada como persona: “Hablo como hijo de Carmen y de Alfredo, me educaron para ser libre y el concepto de la libertad es esencial para todo ser humano, hace a la dignidad humana, y desde esa mirada si hay algo que no me gusta es que me encasillen, quiero ser yo mismo, creo que también hay muchos prejuicios”.
“Quiero ser católico, soy católico, ser el pastor de todos y ser Gabriel Barba. Voy a poner lo positivo con negativo, los límites y las potencialidades, esto es lo que soy como persona. No vengo a ser como nadie. No me quiero encasillar”, dijo para explicar un poco más de cómo enfocará su tarea en una nueva tierra.
Dijo que este sábado estará en la etapa uno de su misión, y que entonces comenzará el tiempo de “conocer las realidades, de escuchar y ver dónde poner más el acento”.
“Cuando llegué a Gregorio de Laferrere me pasó lo mismo que me está pasando acá. Desconocía todo y me llevó tiempo para juzgar y actuar; caminar, recorrer y sentarme con los sacerdotes todo el tiempo que tuve. Me di cuenta que había mucha vida, y mucha juventud; puse prioridad en lo vocacional, que había que fortalecer e hicimos un gran trabajo con los pobres. La comunidad está inserta en el conurbano más profundo con necesidades extremadamente insatisfechas”.
Puntualizó que mientras fue “descubriendo” se fue “comprometiendo” e insertándose en la sociedad. “Era una Iglesia con mucha vida, con mucha gente y fue acompañar y fortalecer”, indicó.
También habló de sus acciones desde la Pastoral de Comunicación a nivel nacional, lo que le permitió en este tiempo un contacto con información directa con los obispos, armar campañas y “apuntalar a los diferentes equipos” pastorales.
Le dedicó un espacio a la pandemia y reflexionó sobre cómo “cambió todo”. De los templos cerrados y del inicio para una nueva “conversión eclesial”.
“Fue realmente un mazazo a la humanidad y también a la Iglesia, no digo como un mazazo en forma negativa, sino que para nosotros fue una gran oportunidad de repensarnos como Iglesia”, sostuvo.
Desde su experiencia personal, remarcó: “Nunca tuve tanto contacto con los fieles como desde el momento que nos separamos. Fue un misterio de la Iglesia donde nos alejamos del sacramento, de la eucaristía que jamás se dejó de celebrar y se abrieron las puertas de la Iglesia doméstica donde se fortaleció la fe vivida puertas adentro, acompañándola por los pastores, nosotros los sacerdotes, de forma remota”.
En medio de estos cambios que obligó el distanciamiento social, no dejó de lado un dato fundamental: “La Iglesia está desde hace 2 mil años, cambian los tiempos y las culturas, pero el mensaje es el mismo, y es único. La legislación de derecho divino no puede cambiar”.
La celebración oficial de su asunción será en la Iglesia Catedral, desde las 11 de la mañana. El sacerdote está en la provincia desde el lunes. Tuvo un gran recibimiento y recibió grandes muestras de afecto.